La leishmaniasis canina es una enfermedad de gran importancia debido a la elevada incidencia en nuestra zona y por lo fundamental del diagnóstico temprano a la hora de afrontar un tratamiento con garantía de éxito.
Es una de las enfermedades más frecuentes y que más miedo provoca a los propietarios de perros en nuestra zona. Desde estas líneas vamos a tratar de resolver las dudas más frecuentes que nos plantean los propietarios
¿Qué es la leishmaniosis?
Es una enfermedad infecciosa producida por un parásito llamado Leishmania donovani. La leishmaniosis es una enfermedad endémica de todo el área mediterránea. En España es rara en el norte (cornisa cantábrica, León, franja pirenaica) y en Canarias. En el resto de la península, y sobre todo en la zona centro, la incidencia es muy elevada.
¿Cómo se transmite?
Este parásito es transmitido por la picadura de un mosquito (Phlebotomus spp.) que es el único vector de transmisión de la enfermedad. Este mosquito necesita unas condiciones climatológicas para desarrollarse y vivir que se dan especialmente en nuestra zona; estas condiciones son las altas temperaturas del verano y la humedad aportada por los jardines y las piscinas (además de la humedad propiciada de forma natural por pantanos, ríos y humedales).
Es importante señalar que sólo la picadura de este mosquito puede transmitir la leishmaniosis. No existe ninguna otra vía de transmisión.
¿Cómo se previene?
La prevención es el punto fundamental para evitar que los perros contraigan la enfermedad.
La época de vuelo del mosquito transmisor es desde el mes de marzo hasta octubre, con dos picos de mayor actividad; uno entre mayo y junio y otro desde mediados de septiembre a octubre. Los mosquitos suelen volar sobre todo al amanecer y al atardecer (las horas centrales del día son excesivamente calurosas). Además suelen concentrarse en humedales. Evitar la exposición del perro a la picadura en las horas y lugares propicios para la actividad del mosquito es un buen sistema preventivo.
De cualquier modo, las horas más cómodas para el paseo de nuestras mascotas suele coincidir con aquellas de mayor actividad del mosquito transmisor. Así las cosas, debemos proteger a nuestras mascotas con productos repelentes e insecticidas que prevengan la picadura. Debemos tener en cuenta que no hay ningún tratamiento antiparasitario 100% eficaz. Pero actualmente disponemos de una vacuna con una eficacia elevada y que resulta recomendable en zonas endémicas como lo es la nuestra.
Muy importante: debemos realizar, todos los años, un análisis de sangre a final de la época de actividad del mosquito (septiembre a noviembre) para ver si, a pesar de la prevención, nuestro perro ha sido infectado por Leishmania.
La detección precoz de la enfermedad es fundamental para instaurar un tratamiento exitoso. Cuanto más tarde se detecte, en peores condiciones estará el animal y mucho más difícil resulta el tratamiento.
¿Cómo se trata?
Una vez se ha confirmado el diagnóstico, su veterinario planteará la realización de unas serie de pruebas para valorar el estado general del animal y las posibilidades de éxito del tratamiento. El veterinario planteará el tratamiento más adecuado para su animal, con las pruebas de seguimiento necesarias en cada caso particular.
Esta es una enfermedad mortal. Si el tratamiento no se instaura rápidamente, la vida del animal corre serio peligro.
Seguimiento
La leishmaniosis es una enfermedad que, teniendo tratamiento, no tiene cura. Puede reaparecer en cualquier momento ya que quedan reservorios del parásito en algunos órganos (ganglios linfáticos y médula ósea sobre todo). Además, un perro tratado con éxito y recuperado, puede sufrir una reinfección si es picado nuevamente por un mosquito portador del parásito.
A pesar de no tener cura, si el tratamiento se instaura pronto y se hace el seguimiento apropiado, los perros pueden hacer una vida completamente normal durante muchos años, pasando a ser enfermos crónicos, sin síntomas. Su veterinario hará análisis de sangre periódicos para valorar la evolución de la enfermedad y, en caso de ser necesario, volver a iniciar un tratamiento.