GASTROENTERITIS
La gastroenteritis es una de las patologías más habituales en la clínica diaria. Consiste en una inflamación de la mucosa del estómago y/o intestino. Las causas son muy variadas y entre ellas podemos destacar:
.- Infecciosas: debidas a agentes patógenos víricos o bacterianos
.- Parasitarias: causadas por lombrices, tenias o parásitos unicelulares
.- Alimentarias: ingestión de restos de comida, alimentos en mal estado, cuerpos
extraños,…
.- Inmunomediadas: por un cuadro de intolerancia del organismo a sus propios tejidos
(colon irritable, enteritis linfoplasmocitaria…) o por reacciones alérgicas o de
intolerancia frente a determinadas proteinas de los alimentos.
.- Tóxicas
Los síntomas de la gastroenteritis, fácilmente identificables por el propietario del animal, consisten en vómitos, diarrea, anorexia (falta de apetito), apatía, fiebre, dolor abdominal, deshidratación y sangrado ocasional en heces y vómito.
Ante un cuadro de este tipo, debemos acudir al veterinario. Si es posible hay que averiguar la causa de la gastritis ya que el tratamiento es muy variable. Si sospechamos de un tóxico y lo podemos identificar, tal vez exista antídoto específico o se puede hacer un lavado de estómago si la ingesta ha sido reciente. En el caso de cuerpos extraños habrá que valorar si pueden pasar por todo el intestino o si será necesario extraerlos por endoscopia o cirugía. Por todo lo anterior, deducimos que el tratamiento de la gastritis va encaminado, en primer lugar, a eliminar la causa desencadenante siempre que sea posible. En los casos en los que el problema tenga un origen desconocido, debemos aplicar un tratamiento sintomático que ayude a controlar los vómitos, la diarrea, rehidratar al animal si está deshidratado. Este tratamiento sintomático o de soporte también es necesario a veces en los casos en los que conocemos la causa.
El perro o gato con gastroenteritis que presenta vómitos será mantenido en ayunas y tratado con antieméticos y protectores de estómago hasta que vuelva a tolerar la alimentación. En estos casos y también cuando hay diarrea, además, se administrarán sueros endovenosos para asegurar la hidratación y el aporte de minerales y electrolitos.
Una vez que empieza a tolerar el alimento es importante continuar con la medicación para proteger el estómago y dar una dieta específica durante una temporada. Es muy importante no interrumpir el tratamiento prescrito aunque nos de la impresión de que el animal está completamente recuperado ya que, en caso de hacerlo, corremos el riesgo de que se nos cronifique el problema.