Resumimos en éste artículo los puntos básicos de cómo tratar a nuestras mascotas durante las vacaciones; tanto si viajamos con los animales, como si los dejamos en casa.
SI NOS LLEVAMOS A NUESTRA MASCOTA
Hemos de tener en cuenta que nuestra mascota también necesitará una maleta en la que incluiremos su pienso habitual (por si nos resulta difícil encontrarlo en nuestro punto de destino), comedero, bebedero y un botiquín con las medicinas que tenga que tomar la mascota (en caso de necesitarlo), y un pack de primeros auxilios, con alcohol, desinfectantes, gasas, esparadrapo… para prevenir cualquier contingencia que pueda surgir. También es aconsejable llevar el número de teléfono de su veterinario habitual, ya que aunque es fácil encontrar otro facultativo en el lugar de vacaciones, su veterinario es quien mejor conoce la historia de su perro o gato.
Durante el viaje (de ida o de regreso) hemos de observar unas medidas beneficiosas tanto para la mascota como para el conductor del vehículo si el desplazamiento es en coche. Debemos prevenir mareos y vómitos de nuestro animal. Para este fin existen diversos medicamentos que su veterinario le recomendará. No lo olvide si su animal tiende a marearse. Otra cosa importante es vigilar si aparecen el temido golpe de calor. Es una elevación muy fuerte de la temperatura corporal del animal, que puede resultar fatal. Tengamos en cuenta el fuerte calor que hace en verano. Para prevenirlo, es aconsejable llevar el aire acondicionado puesto, hacer paradas frecuentes para que nuestra mascota se refresque y se mueva y, por supuesto, llevar agua para prevenir deshidrataciones. Básicamente, las mismas normas de precaución que tomamos las personas. Es muy importante no dejar el coche estacionado al sol si nuestra mascota va a quedarse dentro. Si el animal permanece en el vehículo debe estar a la sombra y con las ventanillas entreabiertas. Recuerde que, durante el trayecto, la mascota debe ir aislada del conductor para evitar accidentes. Esto lo logramos llevando a la mascota en un transportín, asegurada con cinturones de seguridad especiales o separada por redes homologadas.
Una vez estamos en nuestro lugar de veraneo, debemos tener en cuenta ciertas enfermedades frecuentes en algunas zonas. Si nos dirigimos a la zona mediterránea, Canarias o valle del Ebro, debemos prevenir la infección por filarias o gusano del corazón. Su veterinario le aconsejará sobre los productos a emplear para prevenir y/o tratar esta enfermedad, así como del momento más oportuno para su uso. En otras zonas, como la cornisa cantábrica, deberemos vigilar las picaduras de garrapata y las enfermedades que transmiten. Hable con su veterinario cuando tenga decidido su lugar de vacaciones para prevenir estas patologías.
Si vamos a la costa, hay que poner especial atención a las insolaciones, golpes de calor, quemaduras… Insistimos en la importancia de tener agua siempre a disposición del perro o gato. Darle crema solar protectora si su piel es muy fina, y ducharle con agua corriente para quitar la sal de su piel y pelo si se ha metido en el mar.
En la montaña, también hay que vigilar las deshidrataciones, golpes de calor, quemaduras, etc. Además debemos prestar especial atención a las almohadillas de sus patas; muy sensibles, sobre todo si no está acostumbrado a largas caminatas.
SI NUESTRO ANIMAL NO VIAJA CON NOSOTROS
Podemos llevar al animal a una residencia (las hay tanto para perros como para gatos). Es importante ver varias y decidir cual es la que mejores condiciones ofrece a nuestro animal; higiene, paseos, atención veterinaria, alimentación, etc. Muchas veces un ahorro de unos pocos euros pueden suponer una diferencia abismal en el trato a nuestra mascota.
Si el animal se va a quedar en casa, nos aseguraremos de que alguien le va a alimentar y dar de beber, pasearlo, limpiarlo,… Tal vez sea esta la situación más frecuente en gatos.
EL REGRESO A CASA
Al retorno de las vacaciones conviene ir al veterinario. Allí se verá si ha habido algún problema durante la estancia fuera de casa; ya sea en una residencia o en el lugar de vacaciones familiar.