El principal motivo que nos impulsa a tener un animal en casa es, sin duda, la compañía que nos aporta. Por sí solo es motivo suficiente para que compense de las obligaciones que conlleva. Pero, ¿nada más? En absoluto. En caso de duda sobre si tener o no animales en casa, debemos saber que hay otras razones para abrirles las puertas. Razones, incluso, derivadas de aquellas obligaciones que arrastran. Las mascotas, sin duda, aportan mucho más que compañía.
Los niños de la casa se pueden ver enormemente beneficiados de la tenencia de un animal. Va a crear un vínculo de unión que inculcará el sentido del deber y la responsabilidad ya que, el pequeño, tendrá que pasearle a su debido tiempo, alimentarle, asearle, recordar las citas con el veterinario… Los niños también aprenderán a compartir (sobre todo los juegos y juguetes), desarrollan la paciencia educando a su animal, etc.
También los ancianos reciben mucho de los animales. En algunos centros de la tercera edad hay ciertos días en los que llevan perros. Los ancianos, acariciándolos, estimulan la movilidad, la coordinación y se relajan. Pero aquellas personas mayores que tienen animales, además, se mantienen mejor en forma y con una mayor claridad mental. ¿La causa? Igual que en el caso de los niños, la necesidad de ocuparse de alguien (la mascota en este caso) obliga a ejercitar la mente, además del ejercicio físico que suponen los paseos varias veces al día.
Los psicólogos destacan también la importancia de la “terapia” que los animales realizan con sus dueños cuando estos caen en la depresión. Los animales hacen que el paciente se evada de sus propios problemas creándole nuevas obligaciones que le hacen distraerse de su mal. Los pacientes de autismo, síndrome de Down y otras patologías, sometidos a terapia de estimulación con animales, experimentan mayores avances que aquellos tratados con terapias clásicas. Incluso, algunos animales, son más que mascotas. Los perros lazarillo son los ojos de su amo y crean con este un vínculo que va, claramente, más allá de la pura compañía.
Las mascotas nos dan compañía, cariño, “tratamiento psicológico”, y más. Lo mejor de todo es que, a cambio, sólo nos piden unas cuantas caricias. Pero para saber realmente lo que nos da un animal… hay que tener uno.
Es muy importante ahora, pasado el verano, hacer un análisis de sangre a los perros para determinar si han enfermado de leishmaniosis. Esta enfermedad, mortal para el perro y transmitida por ciertos mosquitos, tiene tratamiento en las fases iniciales de su desarrollo. Por esto es muy importante el diagnóstico precoz; cuanto antes se diagnostique, mayor eficacia tendrá la medicación.
Acuda a su veterinario para más información.